To Sub or Not to Sub (Una guía para dominantes)

Este artículo está dedicado a Lord Colm y la memoria de 'jade' y todas las horas y horas de trabajo y amor que dedicó a escribir tantos artículos. No hemos podido comunicarnos con Lord Colm para solicitar su permiso para publicar estos archivos. Este artículo, que apareció originalmente en el sitio web de Castle Realm, se publica aquí, en espera de los permisos correspondientes de Lord Colm. El contenido del artículo permanece intacto y exactamente como se encuentra originalmente en el sitio web de Castle Realm.

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¿Debe un dominante pasar tiempo como sumiso para ser un "buen" dom? En una palabra, tal vez. A menudo escucho el antiguo dicho de D/s de que "los mejores doms comienzan siendo sumisos" y, como nunca he aceptado ciegamente la sabiduría convencional, he considerado los méritos de esta noción.

A través de mis experiencias personales y hablando con otros miembros de la comunidad, he llegado a la conclusión de que para muchos esto es muy cierto. En cambio, para algunos ofrece poco.

Creo que tiene el potencial de ayudar a muchos dominantes a comprender qué es lo que experimentan los sumisos cuando se someten: los problemas emocionales, mentales y físicos con los que deben lidiar los sumisos.

Puede dar a los dominantes un enfoque más realista de su dominación cuando realmente han experimentado las cosas que le piden a su sumiso que haga.

Es posible que entiendan mejor lo difícil que es someter la voluntad de uno a la de otro, la incomodidad física de arrodillarse, la ansiedad de no saber cuándo, dónde o cómo serán tocados a continuación.

Sin duda, esta puede ser una experiencia valiosa para muchos dominantes. Hay algunos de nosotros, sin embargo, para quienes tal cosa sería casi inconcebible.

Por mucho que lo intentemos, simplemente no podemos obtener placer de colocarnos en un papel sumiso. El beneficio de la sumisión proviene de poder experimentar lo que experimenta el sumiso, poder identificarse con sus emociones, conocer sus luchas. Algunos de nosotros nunca sabremos esas cosas simplemente porque no podemos llegar allí. ¿Esto impide nuestras habilidades como dominante? No necesariamente.

Depende de cuán dispuesto estés a tratar de aprender por otros medios qué motiva a los sumisos a entregarse, a observarlos, a alentarlos a compartir contigo sus conflictos emocionales.

Parafraseando a jade, no tengo que pasar tiempo como mujer para saber cómo tener una relación con una mujer. El mismo principio funciona aquí. Así como aprendemos a interactuar con miembros del sexo opuesto en base a nuestras experiencias y observaciones, también podemos hacerlo con los sumisos.

Encuentro absurda la idea de que cada dominante debe pasar tiempo como sumiso para ser "bueno". Nunca he pasado un momento en el papel de sumisa, sin embargo, estoy en una relación con Jade que es más satisfactoria y exitosa de lo que podría haber soñado.

La sabiduría convencional se basa en las experiencias de la persona promedio. Y para el dominador promedio, probablemente sería útil experimentar el papel de un sumiso. Sin embargo, para los pocos que no son promedio, es posible que tales estándares no se apliquen.

Si debe intentarlo o no, depende de usted: su carácter, su nivel de experiencia, su comprensión de la "psicología sumisa". Una de las obviedades sobre la naturaleza humana es que ninguna teoría se aplica a todas las personas: siempre hay excepciones.

Esto también se aplica a la pregunta que nos ocupa. Mi conclusión es que, en general, tiende a ser beneficioso. Sin embargo, esto no es cierto para todos los dominantes. Así que si te encuentras tratando de medirte según los estándares de otras personas y estás luchando, tratando de forzarte a ti mismo a un molde que simplemente no encaja, considera la posibilidad de que hayas sido cortado de un tronco diferente y dirige tus esfuerzos a comprender al sumiso en términos con el que te puedes relacionar.

En última instancia, la medida de un dominante no está en si se ha entrenado o no como sumiso, sino en la habilidad con la que se ejerce el dominio en una relación.